¿QUÉ ESPERAS...?

Al recibir a Cristo como Señor y Salvador  podremos conocer a Dios y experimentar su amor.

Leamos la invitación que se nos hace a través del Evangelio de Juan, la Epistola a los Efesios y el Libro de Apocalipsis :

Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”

Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”

Apocalipsis 3:20 "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo"

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Él toca la puerta de nuestro corazón, pero no escuchamos su llamado porque estamos ocupados y distraídos en las cosas banales de este mundo. Preferimos el placer de la carne que la llenura del Espíritu. Nos apresuramos en hacer los quehaceres diarios para sentarnos cómodamente a ver una serie por televisión, pero para leer su palabra no hay tiempo.  Conocemos la vida de los famosos con lujo de detalles pero de Jesucristo no sabemos nada.

No es suficiente decir "yo creo en Jesús" para ser salvos, el recibimiento y entrega se hace por fe y bajo ningún tipo de presión, es un acto de voluntad propia, cuando recibimos a Cristo, nuestros pecados son perdonados y es esa misma entrega la que nos lleva al arrepentimiento y al abandono de nuestra vida anterior.

Dejarlo entrar es disfrutar con él de ese gran banquete por medio de su palabra.

¿Qué esperas...?