Si hay algo que debemos tener claro es que el Dios verdadero, el Dios que todo lo puede en todo momento nos demuestra su supremacía, su señorío y autoridad, pero no solo esto, con la resurrección del Unigénito, también nos recuerda su absoluta soberanía sobre la vida y la muerte.
El acontecimiento que conmovió al mundo hace más de 2000 años y que fue profetizado en el Antiguo Testamento sirve para dar respuesta a preguntas básicas y de vital importancia sobre la naturaleza Divina y la esperanza que tenemos en Cristo.
La Biblia no miente y en ella se afirma que el Hijo de Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros con un sólo propósito: DAR SU VIDA PARA QUE PUDIÉSEMOS SER PERDONADOS.
Es imposible hablar de la MUERTE de Cristo y no enfatizar en su RESURRECCIÓN, pues es gracias a esta victoria que hemos sido perdonadas.
La RESURRECCIÓN de Jesús significa que por muy putrefacto, pervertido, depravado, impuro, inmoral y desenfrenado que este el mundo, Dios no lo abandona, ofreciendo la oportunidad a todos por igual de una vida eterna, siempre y cuando se muestre arrepentimiento y se acepte a Jesús como único Salvador.
Leamos:
1 Corintios 15:20-22 "Pero ahora, Cristo sí ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que durmieron. ▪Puesto que la muerte entró por medio de un hombre, también por medio de un hombre ha venido la resurrección de los muertos. ▪ Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
Al utilizar el término "primicias" el apóstol Pablo se refiere a que el UNIGÉNITO fue el PRIMERO en levantarse de entre los muertos y que muchos más según su voluntad serán resucitados.
Si él venció a la muerte, si fue capaz de lograr esa victoria, estemos entonces seguros que tendremos también el triunfo sobre todo lo demás.
Pablo enfatiza en la Carta a los Corintios que Cristo murió asumiendo la culpa de nuestros pecados, porque solo él podía hacerlo, nadie más, fue esa la voluntad de Dios Padre, su Hijo debía morir para que nosotros como pecadores, recibiéramos el indulto de nuestras transgresiones y estar en condiciones de recibir su gracia.
El pago ha sido cancelado, por tanto no necesitamos hacer ningún acto de purificación, tampoco rituales de limpieza, pues hemos sido lavados por la Sangre del Cordero.
Cada quien es responsable de defender las enseñanzas dadas por el Mesías y no permitir que le "metan gato por liebre" porque son muchos los lobos vestidos de oveja que solo buscan confundir, engañar y tergiversar las buenas nuevas, tengamos presente que solo lo escrito por INSPIRACIÓN DIVINA, nos ofrece la dicha de ser salvos si nos aferramos a ella, de lo contrario como lo afirmó Pablo, habríamos creído en vano.
Más claro imposible, empuñar o sujetar otras creencias es separarse de él.