Tuve la dicha de nacer en un hogar donde el amor y el respeto siempre estuvieron presentes, por eso me considero una mujer privilegiada porque tener unos buenos padres, es una bendición invaluable en la vida de cualquier persona.
Hoy, dibujaré con palabras al maravilloso hombre que en todo momento defendió "a capa y espada" a cada uno de sus hijos: Mi padre.
Él fue mi pimer maestro, mi guía, mi apoyo incondicional. Siempre estuvo ahí, aconsejándome de la mejor manera y hasta los últimos años de su vida, sus palabras optimistas fueron el aliciente esperanzador que me levantó cuando por alguna razón perdía el entusiasmo.
A 8 años de tu partida, vuelvo a darte las gracias, por darme el mejor regalo que se le puede dar a una hija: Creer en mí.
Éxodo 20:12 "Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios"
Tus ojitos se cerraron cuando menos lo esperaba papá, pero yo te sigo amando.
¡Me tocó el mejor...!