Que inmensa es la misericordia de Dios, en lugar de fijarse en nuestras imperfecciones sintió compasión y nos ofreció el camino a la salvación a través de su Hijo.
Tito 3:3-5a "En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros. ▪ Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, ▪ él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia"
¡Vivamos agradecidos por su regalo incomparable de vida eterna...!

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