Esta parábola está reseñada en el Evangelio de Lucas, Capítulo 15, Versículos 11 al 24.
En este relato bíblico se cuenta la historia de un padre y sus dos hijos.
El menor pide la parte que le toca por herencia, el hombre sin llevarle la contraria, le entrega lo que le corresponde.
Con dinero en mano, decide irse a otra provincia, pero debido a sus malas decisiones pierde todo, queda sin dinero, pasa hambre y un sinfín de calamidades, teniendo así que enfrentar las consecuencias de sus actos.
Sumido en la más cruel de las miserias y deseando comer lo que por alimento le daban a los cerdos, se da cuenta que nadie se compadece de él, en ese preciso momento reacciona y dice:
Lucas 15:18-19 "Pero voy a levantarme, e iré con mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ▪︎ y no soy digno ya de ser llamado tu hijo; ¡hazme como a uno de tus jornaleros!"
Así inicia su cambio, reconociendo sus errores, mostrando arrepentimiento y aceptando que había pecado.
1 Juan 1:9 "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”
El regreso del hijo representa la búsqueda del perdón y si hay algo cierto es que Dios siempre está dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos cuando mostramos un corazón arrepentido.
Lastimosamente hoy en día siguen existiendo los hijos pródigos, quienes al no sentirse satisfechos ni conformes con lo que tienen, continúan tomando malas decisiones y buscando experimentar algo diferente, pero tristemente en la mayoría de los casos, esas actitudes desacertadas los empujan a tocar fondo.
Esta parábola, pone de manifiesto la debilidad ante las ganas de hacer algo indebido y que puede resultar inconveniente.
No importa lo que hayas hecho, el Señor está dispuesto a absolverte, él ha estado esperando por ti porque te ama, su misericordia es inmensa para los pecadores arrepentidos.
Lucas 15:7 "Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento"
Recuerda: No importa cuán lejos hayas caído, siempre hay un camino de regreso a casa.