Hoy me pregunté a mi misma:
¿Valdrá la pena continuar sembrando Semillas de Fe y Esperanza donde parece no germinar nada?
Inmediatamente pensé:
El mundo actual se muestra indiferente con su egoísmo y frialdad pero el Evangelio va en sentido contrario. Nos llama a dar, a servir, a amar, incluso cuando duele y sí, es cierto, hay momentos en los que sentimos que nuestros esfuerzos parecen estériles pero es ahí donde escuchamos un hermoso susurro que nos dice: "no te canses de hacer el bien, porque el fruto llegará"
Escrito está:
Gálatas 6:9 "No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos"
Tendré calma y no me desanimaré, se que Dios ve mi corazón y en el tiempo perfecto, recogeré con gozo lo que ahora siembro con amor.
Seguiré plantando porque toda semilla que cae en tierra buena, dará fruto abundante y no me cansaré porque estoy cultivando para la eternidad.
Ora conmigo:
Señor, gracias por recordarme que no estoy sola en esta siembra, que tú caminas conmigo en cada paso y que al final, todo lo que se hizo con amor, volverá multiplicado. En el nombre de tu Hijo. Amén.

No hay comentarios:
Publicar un comentario