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Cuando el trabajo y el bienestar económico no se hacen presente, cuando por una u otra razón lo que esperamos obtener en la vida no se ve realizado, lo primero que pensamos es:
"No me siento completa...!
Y precisamente ese es el momento donde debemos reflexionar sobre lo verdaderamente valioso.
No busco minimizar el sentimiento que produce no ver los planes realizados como lo habíamos planificado, solo quiero animarte a creer de verdad que JESÚS si da plenitud.
Te diré porque:
FILIPENSES 4:19 "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús"
Estamos completos en Él, aunque no tengamos pareja.
Estamos completos en Él, aunque la persona que amamos no nos valore.
Estamos completos en Él, aunque el hijo deseado no llegue.
Estamos completos en Él, aunque suframos pérdidas familiares.
Quien tiene a Dios en su vida, tiene eternas promesas de gracia, de amor, de consolación, de victoria que abren el entendimiento y permiten comprender que aunque falten cosas materiales o personales, si lo tenemos a Él, lo tenemos todo.
