"Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”
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La justicia de la cual habla Pablo, es la que Dios nos ofrece al otorgarnos el perdón de los pecados mediante la fe en Cristo Jesús. Esta fe es lo único que nos justifica ante él, sin embargo, son muchas las personas que se esmeran en hacer buenas obras, llevando el mismo ritmo de vida pecaminoso y creyendo que con esas actividades ganarán el favor divino pero realmente no es así. Debemos reconocer que solo el Espíritu Santo habitando en nosotros nos transforma, pudiendo así tener una comunión con Dios Padre y experimentar el gozo que solo su Presencia puede obsequiar.
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Señor, llena mi vida de sosiego, tranquilidad, calma, amor y permite que tu palabra sea establecida en mi corazón. Mi vida es tuya, también mis emociones, guíame conforme a tu voluntad. Oro para que así sea. Amén