Que difícil es sonreír aunque animicamente no estemos en nuestro mejor momento, responder mensajes vía WhatsApp aunque tengamos el alma rota o tener que trabajar sin descanso mientras el cuerpo en su totalidad nos suplica un respiro.
No es mentira lo que te voy a decir, pero el mundo en el que vivimos nos exige estar bien todo el tiempo y eso es imposible.
Cuando los problemas te agobien o te sientas estresado sin saber que hacer, acércate al Señor y confía en él. Tal vez no cambie la situación de inmediato, pero si te aseguro que la tranquilidad llegará a ti como una ráfaga de viento.
Salmos 68:19 “Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación, que todos los días nos colma de beneficios"
Tu carga no lo abruma. Tu historia no lo asusta. Él es tu Salvador.
Entrégale tu ansiedad, tus miedos, tus preocupaciones y verás como tu alma empieza a florecer nuevamente, porque cuando Dios está contigo, no hay barreras ni obstáculos que le impidan cumplir su voluntad.
Salmos 55:22 "Confía al SEÑOR todas tus preocupaciones, porque él cuidará de ti; él nunca permitirá que el justo quede derribado para siempre"
Ora conmigo:
Padre bondadoso, Gracias por amarme, incluso, cuando estoy cansada, confundida o sin fuerzas. Tú eres el Dios que me levanta, me sostiene y nunca me abandona.Te entrego mi vida y todo lo que duele porque nadie más puede auxiliarme. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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