Hay infinidad de personas que cuando hace frío quieren que haga calor y cuando hace calor quieren que haga frio, no hay quien las entienda.
Leamos:
Unos obreros trabajaban limpiando un inmenso terreno en el cual se construiría un edificio.
Un transeúnte que pasaba por ahí, dirigiéndose a uno de los hombres preguntó:
Disculpe, ¿Puede decirme qué piensan hacer aquí?
El tipo con sarcasmo respondió:
"¿Acaso está ciego? No ve que cortamos monte y recogemos piedras como esclavos. Largamos el forro y dejamos en la obra el pellejo, porque nos ponen a trabajar como burros. De paso, el pago es malo, pero algo hay que hacer para llevar la comida a la casa"
Lo mismo preguntó a otro, pero este con gran entusiasmo dijo:
"Limpiamos esta gran parcela porque aquí levantarán un hospital. Estoy seguro que las generaciones futuras lo admirarán. Mi estimado amigo, así el reconocimiento sea para los ingenieros y diseñadores de la obra, me siento feliz de ser parte de este proyecto porque gracias al salario que gano puedo comprar lo que necesito. Doy gracias a Dios por eso"
¡Te fijas como son las cosas...! el mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma realidad y dos maneras distintas de vivir la vida: quejándose o agradeciendo.
Voltea la queja para que el maligno no te agobie, convierte sus lanzas de desánimo en alabanzas al Señor y agradece la bendición de tener un trabajo, no todos tienen esa dicha.
Proverbios 14:23 "Toda labor rinde sus frutos, pero hablar por hablar empobrece"
Ora conmigo:
Señor, no tengo nada de que quejarme porque contigo a mi lado, lo tengo todo. En el nombre de Jesús oro. Amén.