La mansedumbre es un fruto del Espíritu Santo y así puede leerse en las Sagradas Escrituras.
Gálatas 5:22-23 "Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, ▪mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley"
Ser mansos no significa ser débil, sino comportarse con bondad, montrando serenidad, sana autoestima y autocontrol.
Para vivir por el Espíritu, nuestro estilo de vida debe exhibir rectitud ante el Señor.
¡Conozcamos a Cristo y descubramos que hay en él, que no hay en nosotros...!
Ora conmigo:
Padre nuestro, te ruego me des la paciencia de saber esperar y de aceptar mis fracasos sin protestar. Igualmente te pido la gracia de adquirir un corazón humilde y bueno. Oro en el poderoso nombre de Jesús. Amén

No hay comentarios:
Publicar un comentario