La palabra "fatuo" se usa para referirse a alguien que es intransigente, insensato o imprudente en sus acciones y decisiones.
Se relaciona con la falta de sabiduría, discernimiento y con la tendencia a actuar de manera irracional.
En varios pasajes bíblicos, se advierte sobre los peligros de ser fatuo o necio.
Leamos:
Proverbios 12:15 "El necio piensa que va por buen camino, pero el sabio presta atención al consejo"
Esta declaración nos indica que la persona testaruda confía en su propio juicio y no busca consejo alguno.
Proverbios 14:16 "El sabio teme a Dios y se aparta del mal, pero el necio se muestra temerario y engreido"
Aquí se destaca la diferencia entre la actitud del sabio, que reconoce sus limitaciones y huye del mal, y la del fatuo que se muestra arrogante y confiado en su propia capacidad.
La advertencia contra la fatuidad nos invita a reflexionar sobre la importancia de buscar la guía de Dios.
Ser fatuos nos expone a cometer errores graves por falta de discernimiento.
Efesios 5:15-17 "Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, ▪ aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. ▪ Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cual es la voluntad del Señor"
Ora conmigo:
Señor, la búsqueda de la verdad nos aleja de la fatuidad y nos acerca a un camino de entendimiento que te honra. Seguiré estudiando tu Palabra para caminar segura y evitar caer. En el nombre de Cristo. Amén.