Si no hay un hombro para llorar, hay un suelo que espera tus rodillas y un Dios dispuesto a escucharte.
Salmos 145:18 "El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad"
Ora conmigo:
Amado Padre, aunque sienta que todo se me cae encima, tú jamás me dejarás. Contigo me siento segura. En el nombre de Jesús. Amén.

No hay comentarios:
Publicar un comentario