Estamos finalizando el año 2021 y no solo la pandemia continúa haciendo estragos, también vemos a infinidad de personas desanimadas, abatidas y sin esperanza alguna.
Quizás muchos se pregunten:
¿Y yo qué puedo hacer para mejorar el mundo, si a diario la prensa reseña noticias que cuestionan el comportamiento humano, la gente está muriendo de hambre y las personas se matan entre sí...?
Nadie nos pide detener las guerras, solo que sembremos un poco de amor a nuestro alrededor; no se nos exige calmar la necesidad de todos los hambrientos, tan solo se nos pide dar un plato de comida al más desposeído, no sabemos como detener el avance del coronavirus, pero si podemos cumplir las normas sanitarias recomendadas por los entendidos en la materia.
En estos últimos días del año, seamos portadores de buenas nuevas, esa es nuestra misión como hijos de Dios, llevar un mensaje esperanzador a todo el mundo, que todos sepan que hay un Cristo Redentor, un Cristo Salvador, un Rey de Reyes, un Señor de Señores que conoce nuestras tribulaciones, nuestro dolor, nuestros problemas y a pesar de todo nos promete una vida mejor y un cielo donde toda lágrima será secada, donde no habrá más llanto ni dolor, donde las cosas viejas son hechas nuevas, y las pasadas se olvidarán.
Oremos por un mundo mejor, un mundo donde florezca la paz, oremos a Cristo Jesús, Hijo de Dios Padre para que su amor nos arrope a todos por igual, oremos y demos gracias por lo bueno, lo malo, lo desagradable y lo que no logramos entender, porque a través de esas pruebas él nos prepara y nos fortalece en la fe, oremos por quienes enfrentan una enfermedad o dolencia, oremos por el personal médico que hace un esfuerzo sobrehumano para mejorar nuestra salud, oremos sin desistir porque sólo así lograremos entender que por mucho que nos duela, el Señor siempre tiene la razón
Bendiciones - Feliz año nuevo
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