miércoles, 1 de diciembre de 2021

SALMOS 119:124-125

"Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.▪ Tu siervo soy yo, dame entendimiento para conocer tus testimonios"

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Si el rey David pidió entendimiento nosotros también podemos pedirlo, porque es imposible descifrar las Sagradas Escrituras sin el juicio, sin el intelecto y sin la capacidad que otorga el Espíritu Santo.

1 Corintios 2:14 "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente"

Su Palabra nos hace sabios, pero esto no puede suceder a menos que tengamos la suficiente preparación para asimilarla e interpretarla.

Hebreos 4:12 "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón"

El discernimiento es de crucial importancia para todo el que anda en los caminos de Cristo, porque solo quien posee lucidez y dominio propio se mantiene firme ante cualquier tentación o adversidad.

Proverbios 3: 21–24 "Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo,▪Y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. ▪Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará.▪Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato"

No tengo la menor duda, quien lo busca lo encuentra y quien pide recibe en cantidad.

Santiago 1: 5 "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada"

¡Yo estoy clara...! ¡Jesús es mi Señor y Salvador...! 



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