"Tú les das paz a los que se mantienen pensando en ti, porque en ti han puesto su confianza"
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Señor, tu Palabra nos da consuelo, fortaleza, resignación, entendimiento, consejos y respuesta a todas aquellas interrogantes que se nos presentan en la vida, en definitiva nos haces vivir seguros.
Tú y solo tú, eres el candil que alumbra nuestro sendero.
Salmos 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino"
Quien así no lo quiera ver le ha dado el conttol a la carne y no al Espíritu.
Galátas 5:16-17 "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.▪Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis"
Carne y Espíritu, dos contrincantes que permanecen en lucha constante.
NADIE, absolutamente NADIE está exento de este enfrentamiento hostil, ni mucho menos puede renunciar a ella, lo cierto es que al final del día siempre habrá un ganador.
El triunfador con cada victoria obtenida mostrará más fuerza y llegará el momento donde casi sea imposible derrotarlo.
La carne se alimenta con deseos, impulsos desenfrenados, inmoralidad, mentira, orgullo, rencor, tracalería, engaños, la exaltación de nuestro proprio yo, entre otras tantas.
Al espíritu lo alimentamos con la Palabra porque Jesús lo dijo, "no solo de pan vivirá el hombre"
LEAMOS:
Mateo 4:4 "El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"
¡Más claro imposible...! Creciendo espiritualmente el oponente se debilita.
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