"Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia"
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El espejo no miente, refleja los cambios que en nuestro cuerpo se producen al pasar el tiempo, las marcas que va dejando y la transformación de nuestra apariencia.
A muchos les cuesta aceptar esta realidad y acuden a cirugías de embellecimiento para cubrir temporalmente esa verdad.
No te mires al cristal buscando arrugas o líneas de expresión, analiza tu interior para que logres ver con objetividad tu vida, quizás puedas comprender que lo que en realidad te hace falta es: eliminar tu egoísmo, tu mal temperamento, tu ingratitud, tu orgullo, tu altivez, tu soberbia, tu arrogancia y entiendas que la vida no gira en torno a un estereotipo de belleza, sino en mantener una relación cercana con Jesús.
Isaías 62:3 "Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo"
Busca el camino de la verdad y erradica esas áreas dañinas que no te fevorecen en nada.
2 Corintios 4:18 "no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas"
Cuando vuelvas a mirar tu imagen, escudriña tu relación con Dios, encuentra en él una forma de transformar tu vida espiritual y así la bondad interior aparecerá como belleza resplandeciente.
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