Se que Dios diseño un nuevo plan para mi vida y ese plan me ha mantenido firme ante las adversidades.
Reconozco que sin Cristo la historia sería otra, quizás seguir sonriendo en medio de las dificultades y tribulaciones que he tenido que enfrentar no hubiese sido fácil.
He pasado por muchos cambios físicos. La juventud quedo atrás, la época de farra también, me convertí en una mujer adulta y muy orgullosa de formar parte de la tercera edad, tengo achaques, dolencias, pero no me quejo, al contrario, agradezco al Padre por tenerme en estas condiciones.
Me duele reconocer que hay posturas de personas a las que quiero que me son dolorosas, no está en mi hacer el cambio que quisiera ver en ellas, lo que si se es que orando y pidiendo a Dios como es mi costumbre, esas actitudes pueden mejorar.
Hoy celebro un año más de vida, cierro los ojos y recuerdo a los que ya no están, a los que partieron y dejaron huellas imborrables en mi, también a los que dejé atrás.
Estoy en proceso de cambio y transformación, porque decidí conocer a Jesús a través de su Palabra, me fijé una meta: Madurar espiritualmente.
¡Sin duda alguna, este es mi mejor regalo...!
Viernes, 28 de enero de 2022
E♥A
Si has recibido este escrito, ten por seguro que estás en mi corazón.
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