La ira es una emoción normal, pero es importante lidiar con ella de manera positiva, porque un enojo descontrolado puede dañar la salud y las relaciones personales.
A una persona encolerizada le es fácil no solo vociferar lo indebido, también golpear y cometer actos delictivos.
Para evitar esto es necesario respetar los límites, mantener la calma y evitar la compañía de aquellos que influyen negativamente en nuestra vida.
Proverbios 22:24-25 "No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los que se enojan fácilmente, ▪ no sea que aprendas a ser como ellos y caigas tú mismo en la trampa"
Evalúa tus actitudes y recuerda que la rabia se puede experimentar sin permitir que nos domine.
Efesios 4:26-27 "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ▪ ni deis lugar al diablo"
¡Demuestra tu madurez logrando controlar tu disgusto y evita que las tinieblas arropen tu vida...!

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