Sea bueno o malo, todo sucede porque Dios lo ha dispuesto así.
Él siempre busca darnos lo mejor y lo que en un principio nos parezca desalentador puede ser todo lo contrario.
Nada solucionas con desesperarte, las crisis de pánico no son amigas de nadie porque impiden pensar y actuar acertadamente.
Cuando te sientas deprimido, no creas que él ha cambiado, porque no es así, su Palabra lo dice:
Hebreos 13:8 "¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!
Así las nubes negras inunden tu alma, no te sientas abandonado, saca a flote tu fe porque ella es el estandarte que abre el camino a través de la oscuridad.
Se que es difícil ante una tribulación mantenerse firme, pero también se que quien confía ciegamente en su poder logra la victoria porque su bondad se manifiesta ante las aflicciones.
Si tu fe es como la de Job, podrás decir:
Salmos 56:3 "Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza"
Ten paciencia, su tiempo es perfecto y todo en nuestra vida tiene un propósito.
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