Leer el Libro de Proverbios es una delicia porque de principio a fin cada una de sus letras está endulzada de sabiduría, de esa sabiduría que viene de lo alto.
Proverbios 14:12 "Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que al final terminan en muerte"
A raíz de la desobediencia de Adán y Eva, el pecado cabalga desenfrenadamente, desde ese entonces nada es seguro sino se cuenta con la dirección y la tutela del Creador del cielo y la tierra.
Pero no te asustes, porque su plan es tan perfecto que contempla promesas de bendición para todo aquel que lo busca de corazón.
Estas promesas las encontramos en la Biblia y muchos de sus versículos hablan sobre una bendición en particular: SU PROTECCIÓN
Leamos el Salmos 121
"Hacia las montañas levanto la mirada; ¿de dónde vendrá mi ayuda? ▪ Mi ayuda viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra. ▪ No permitirá que resbales y caigas; jamás duerme el que te cuida. ▪ De verdad, jamás duerme ni se cansa el que cuida a Israel. ▪ ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. ▪ El sol no te hará daño de día ni la luna de noche. ▪ Te guarda de todo mal y protege tu vida. ▪ El Señor te cuida cuando vas y cuando vienes, desde ahora y para siempre"
¡Te das cuenta...! ¡Él nos resguarda...!
Y si hay algo verdaderamente valioso en nuestra vida, es el privilegio de contar con su amparo, él es el único que nos ofrece seguridad aunque el camino por el cual andemos sea difícil y peligroso.
Por eso, antes de salir de casa dile al Señor lo que dijo Moises:
Éxodo 33:15 "Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí"
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