La vejez marcada por el tiempo en el rostro de una persona anciana es motivo de admiración porque cada arruga, es un regalo de Dios.
Dichosos los que tuvimos un abuelo o una abuela que nos instruyó con su sabiduría.
Job 12:12 "En los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia"
No te quejes ni les recrimines si te cuentan la misma historia a cada rato porque nosotros ya lo hicimos con ellos cuando éramos niños.
Valoremos a los ancianos, ellos merecen nuestro tiempo; abandonarlos es declararles una muerte segura.
Castigar a una persona de la tercera edad a la soledad, escudándose en la excusa barata de no tener tiempo para atenderlo, no tiene nombre.
El mundo moderno es injusto con ellos porque es mucha la gente que se deshace de esta responsabilidad, abandonando a sus viejos en un asilo, creen que con pagar manutención la conciencia no les cobrará.
Salmos 71:9 "No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares"
La vida da muchas vueltas y aunque parezca mentira uno recoge lo que siembra.
Gálatas 6:7b "Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará"
En la vida es necesario estar ubicados, hoy puedes disfrutar de juventud pero mañana esa será tu misma suerte porque nos guste o no, la ancianidad es una etapa a la que todos llegaremos algún día, y si no le enseñamos a nuestros niños a estimar y respetar a los abuelos con nuestro propio ejemplo, en un futuro no muy lejano harán lo mismo.
Disfrutemos de ellos para que cuando partan a la casa del Padre, se vayan felices y nosotros quedemos satisfechos de haberles devuelto el amor que nos dieron.
¡Toma sus manos y escucha con agrado todo lo que deseen contarte...!

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