Un verdadero arrepentimiento no es el que proviene de lágrimas ni palabras, todo lo contrario, es aquel que se manifiesta en un cambio de vida y dejando de hacer lo que a Dios le desagrada.
Lucas 15:7 "Les digo que, del mismo modo, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento"
¡Señor, que maravilloso es creer en tu palabra...!

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