Dejarse dominar por la arrogancia, el orgullo y los placeres mundanos es "sembrar para la carne" pero depender en todos los aspectos del buen pastor es "sembrar para el Espíritu".
Gálatas 6:8 "El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.
Poner nuestra confianza en Cristo, es cosechar vida eterna porque su amor es tierra fértil.
Recuerda: ¡Cada quien recoge lo que siembra...!

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