La vida da muchas vueltas y mañana o pasado no sabemos de quien vamos a necesitar.
Seamos compasivos, respetuosos, amables y sobre todo, perdonemos aún cuando seamos conscientes de los defectos de quienes nos humillan e irrespetan.
Desterremos de nuestra vida la arrogancia, el orgullo, el engreimiento, la altivez y el creer que somos más que los demás.
Lucas 6:36 “Sed pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”

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