Leamos:
Una anciana subió a un autobús y tomó un asiento.
Sin querer la joven que estaba sentada a su lado, golpeó su rodilla con la cartera.
La chica pidió disculpas y dijo:
"Me extraña que no se queje ni me haya insultado"
La mujer sonrió y respondió:
“Hijita, no es necesario ser grosero, ni discutir por algo tan insignificante, nuestro viaje es muy corto y yo bajaré en la próxima parada. Tú eres muy joven, te aconsejo estar dispuesta a perdonar, a no guardar rencor, a ser respetuosa, amigable y sobre todo agradecida"
Salmos 90:12 "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría"
Que la luz del Todopoderoso, alumbre nuestro interior para que el fruto de su Espíritu se ponga de manifiesto en nuestra vida y seamos capaces de reconocer todo lo que él nos da. Oro en el poderoso nombre de Jesucristo. Amén

No hay comentarios:
Publicar un comentario