sábado, 1 de febrero de 2025

¡TÚ SIEMPRE ESTÁS AHÍ...!●

Leamos en el nombre de Cristo:

Lucas 24:28-31 "Al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos. ▪︎ Pero ellos insistieron:—Quédate con nosotros que está atardeciendo, pronto será de noche. Así que entró para quedarse con ellos. ▪︎ Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. ▪︎ Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció"

Alguna vez te has sentido como los discípulos de Cristo? 

Presenciaron su muerte  y aunque habían escuchado rumores de su resurrección, la duda llenaba sus corazones. 

Lo sorprendente es que él caminaba con ellos, pero no se percataron de quien era él hasta que partió el pan.

Es por eso que muchas veces nos preguntamos:

¿Señor, dónde estás cuando el sufrimiento me arropa?

¿Por qué no siento tu Presencia? 

Y aunque nos cueste creer, él siempre está ahí, pero nuestra angustia, nuestro desespero y sobretodo nuestra falta de fe se encargan de enceguecernos, llegando al punto de nublar nuestra visión espiritual. 

Necesitamos abrir nuestros corazones para sentirlo en todo momento: una palabra de aliento, un saludo, una oración contestada, un amanecer que nos permita escuchar el cantar de los pajaritos o una simple taza de café es más que suficiente para recordarnos su fidelidad. 

Cuando lo buscamos con sinceridad, nuestras dudas se disipan y su Presencia se hace evidente. Él nunca se ha ido; no lo vemos pero camina con nosotros.

Ora conmigo:

Gracias Padre, porque, aunque a veces pienso que estoy sola, tú siempre estás ahí, acompañandome, protegiéndome y abrazándome en los momentos de crisis. En el nombre de tu Hijo. Amén.



No hay comentarios:

Publicar un comentario