Aunque me tapo los oídos con la almohada cuando suena el despertador, gracias a Dios puedo escuchar. Hay muchos que son sordos.
Aunque discuto cuando no encuentro mis cosas en su lugar, gracias a Dios tengo familia. Hay muchos que viven en soledad.
Aunque el desayuno no estuvo bueno y el almuerzo fue peor, gracias a Dios tengo alimentos. Hay muchos con hambre.
Aunque ya no trabajo por estar jubilada, gracias a Dios tuve empleo. Hay muchos desempleados en el mundo.
Aceptar lo bueno, lo malo, lo que no nos gusta, lo que nos duele y lo que no tenemos, es dar muestras de agradecimiento a quien todo lo puede.
1 Tesalonicenses 5:18
"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús"
Bendigo tu vida.

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