Leamos en el nombre de Jesús:
Efesios 5:18 "No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu"
Este versículo nos advierte sobre las consecuencias negativas de la borrachera y nos anima a buscar una experiencia transformadora al estar llenos del Espíritu Santo.
Cuando el creyente permite que el Espíritu controle su vida, se da una transformación profunda y significativa, todo lo contrario a la embriaguez que producen las bebidas alcohólicas, pues ellas pueden llevar a quien este bajo sus efectos a cometer acciones irresponsables.
La biblia dice que la llenura del Espíritu da frutos.
Veamos cuales son:
Gálatas 5:22-23 "Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, ▪ mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley"
Por tanto, quien esté lleno del Espíritu experimentará un carácter y comportamiento que reflejen estos atributos divinos.
En resumen, ser embriagados del Espíritu, es un llamado a vivir bajo el control y la dirección del Espíritu Santo. Así de simple y sencillo.
Ora conmigo:
Señor, tú no solo transformas nuestra vida personal, sino que también impactas nuestras relaciones a través del amor y el perdón. Bajo tu guía anhelo ser agente de cambio en un mundo que necesita desesperadamente la luz de Cristo. Buscaré como creyente tu llenura para que el Espíritu guíe cada aspecto de mi vida. En el nombre de tu Hijo. Amén.

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