Nunca llegaremos a saber la razón específica del sufrimiento, lo que si debemos tener claro, es que por muy dolorosas que sean las pruebas a las cuales seamos sometidos, jamás debemos de dudar, por el contrario, nuestra fe debe permanecer firme en Dios porque todo lo que él hace tiene un propósito.
Nuestra responsabilidad es aceptar su voluntad, ¡la entendamos o no...!, cuando lo hagamos, lo vamos a encontrar en medio de nuestras luchas, es ahí donde podremos ver su grandeza y al igual que Job diremos:
Job 42:5 "Yo había oído hablar de ti, pero ahora mis ojos te ven"
Oremos:
Señor, tu Palabra es intachable y sobresale porque es verdad eterna, protégeme para no caer en las trampas del enemigo. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
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