Sonríe, aunque la vida te golpee y se cierren todas las puertas.
Sueña, porque soñar no cuesta nada y quizás lo que tanto anhelas pueda hacerse realidad.
Llora para que purifiques el alma y alivies el corazón.
Ama, tienes derecho a ser feliz.
Comparte, para que crezcas como ser humano y puedas comunicar a otras personas ideas o sentimientos particulares.
Pero sobre todo, agradece a Dios cuando amanece y te permite disfrutar el Sol de un nuevo día.
Salmos 5:1-3 "Escucha, Señor, mis palabras; toma en cuenta mis gemidos.▪Mi rey y Dios, presta atención a mi clamor, porque a ti dirijo mi oración.• Oh, Señor, por la mañana escucharás mi voz; por la mañana me presentaré ante ti, y esperaré"
Ora conmigo:
Padre, alabaré tu santo nombre sin importar si estoy atravesando momentos de desdicha, tristeza o dolor. Sé que tú obrarás a favor y será de la forma más inesperada. Continúa protegiéndonos y transformando nuestra vida para ser mejores personas. Que este día sea especial, único y sobre todo lleno de muchas bendiciones. En el nombre de Jesús oro. Amén.

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