El Padre le encomendó a Jesús una gran misión. Venir a la tierra como el más humilde servidor para convertirse posteriormente en el gran Salvador de la humanidad.
1 Timoteo 1:15 "Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero"
Con su prédica, buscó llegar al corazón de las personas pero muchos no le entendieron y quedaban con ceguera espiritual.
2 Corintios 4:3-4 "Y si el evangelio que anunciamos está como cubierto por un velo, lo está solamente para los que se pierden. ▪ Pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios"
Pero así como a los discípulos se les dio el don del discernimiento, hoy en día sucede lo mismo con los creyentes. Se nos ha permitido ver la luz no sólo para poder deleitarnos con sus Palabras de vida eterna, sino, para dar a conocer el evangelio hasta que abarque al mundo entero.
Ora conmigo:
Señor, apegada a tu palabra te pido profundices mi fe para continuar dando a conocer tu verdad y ser testigo de la gracia salvadora de tu Hijo. En su nombre oro. Amén.
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