martes, 1 de marzo de 2022

¡RENCOR PODRIDO...!

              ♥

¿Has tenido una decepción en la vida...?

Supongo que tu respuesta es afirmativa, si no lo sabes permíteme recordarte que las decepciones forman parte de nuestro crecimiento espiritual, porque es en medio de las frustraciones que vamos a demostrar si somos capaces de soltar el peso del dolor, perdonando y enterrando los traumas del pasado.

El veneno que inyecta Satanás, tiene nombre y apellido, "rencor podrido", aunque te cueste creerlo, eso es lo que él suministra, "rencor podrido".

Comienza en pequeñas dosis, pero diariamente aumenta la cantidad.

¿Sabes cómo...?

Dominándote mentalmente, cuando empiezas a recordar esos acontecimientos desagradables, el muy perverso disfruta hasta el punto de dominarte en cuerpo y alma.

1 Pedro 5:8b "Su enemigo el diablo anda por ahí como un león rugiente buscando a quién devorar"

Cuando alguien ha sido traumatizado por el abuso o la violencia, esa lesión puede durar años, sin embargo, ser capaz de perdonar es parte del proceso de sanación. Si queremos ser perdonados, valga la redundancia, debemos perdonar a quienes nos han causado daño.

1 Pedro 5:10 "Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca"

Querer vengarse, está lejos del amor de Dios y de la alegría que hay en el cielo cuando un pecador se arrepiente y no quiere pecar más.

Lucas 15:10 "Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente"

Recordar las palabras de Jesús será de mucha ayuda.

Lucas 23:34a "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"

Los que guardan rencor nunca son felices, porque sus pensamientos no van de la mano con el comportamiento que Dios espera de sus hijos.

Juan 15:12 "Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado"

El amor que hemos visto en Jesucristo, es el que nos lleva al arrepentimiento de nuestra propia dureza, egoísmo y orgullo.

¡Qué bendición es ser salvo del odio y recibir la misericordia y gracia de Dios para entrar en su reino de justicia, paz y amor.

2 Tesalonicenses 3:5 "Que el Señor los ayude a amar como Dios ama y a tener en el sufrimiento la fortaleza de Cristo"





            

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