Unos navegantes se enfrentaron a una tempestad.
Las olas eran muy fuertes y los vientos igual.
En medio de la noche y el desespero, tuvieron que lanzar al agua todo lo que hacía peso y que no era imprescindible, sólo así podrían mantener la barca a flote y salvarse.
En nuestras vidas, pasamos por tormentas en donde aquellas cosas que tanto consideramos importantes, un día no lo son y hay que lanzarlas por la borda.
No nos dejemos llenar de cargas que en lugar de aportarnos algo positivo, nos agobian y ocupan espacio.
Tal vez tu barca necesite mantenerse a flote y estés dudando sobre lo que debes arrojar para salvarte, pero es necesario hacerlo, solo cuida de no botar lo que es importante.
Dios quiere guiarte en este proceso, búscale y dale valor a tu vida para que pases seguro por cualquier borrasca.
Isaias 41:10 "No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia"
No debemos temer ni angustiarnos, nuestro amado Padre no nos deja solos, él es más grande y más poderoso que cualquier problema.
Enfoquémonos en su poder y en que su mano victoriosa nos sostiene en todo momento.
Salmos 55:16-17 "No obstante, yo clamaré a Dios, y el SEÑOR me salvará. ▪Al anochecer, al amanecer y al mediodía oraré y clamaré; y él oirá mi voz"

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