ROMANOS 12:21

"No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal"

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Muchos tratan de vencer el mal con más mal, pero Romanos 12:21, nos da las instrucciones que requieren que dejemos de lado nuestras inclinaciones naturales porque solo así podemos vencer el daño con el bien, no podemos olvidar que el camino de Dios nos llama a vivir según la guía del Espíritu.

Jesús fue el ejemplo perfecto de cómo vencer el mal con el bien.

1 Pedro 2:23-24 "quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; ▪ quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados"

Cuando nos negamos a responder con la misma moneda a los que nos persiguen, sus malas acciones quedarán sin efecto, mientras que las represalias nos rebajan al nivel de aquellos que las provocan.

Si dos personas se pelean, y una de ellas agrede a la otra, la maldad se pone de manifiesto para que todos la vean, pero si en lugar de atacar, respondemos con una palabra suave, dejaremos al agresor solo en su maldad.

Proverbios 25:21-22 "Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber;▪ pues así le calmarás el enojo y el SEÑOR te recompensará"

Responder con humildad y decencia demuestra que confiamos en Dios Padre y creemos en sus promesas, lógicamente, no podemos impedir que la gente se comporte con soberbia y nos ofenda, pero ellos tampoco nos pueden obligar a caer en su ofuscación y falta de razonamiento.

No devolver bien por mal, es una de las mayores demostraciones de fortaleza.

Bendiciones.