Dios nunca nos prometió navegar esta vida sin problemas, pero sí, estar a nuestro lado, restaurándonos y alentándonos a seguir adelante.
Escrito está:
Deuteronomio 31:8 "El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes"
Por tal motivo:
Puedo empezar este día quejándome porque esté lloviendo o dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Puedo sentir tristeza porque no administré bien el dinero o puedo estar contenta, de verme obligada a planificar mis compras.
Puedo protestar por mis achaques o regocijarme de tener aún las fuerzas para valerme por mi misma.
Puedo llorar por cada tropiezo, por cada derrota o celebrar el aprendizaje que cada uno dejó en mí.
No me dejaré arropar por la oscuridad, decido tomar un pincel y con la variedad de colores, dibujar un arcoíris.
Lo que hoy suceda, depende de mí, ¿sabes por qué...?
Porque soy yo, quien debe escoger qué tipo de día voy a tener.
Ora conmigo:
Encomiendo a ti mi vida Señor porque solo tú, me guías en todas mis acciones y decisiones. En el nombre de Jesús. Amén.

No hay comentarios:
Publicar un comentario