La Palabra dice:
Lucas 6:27-28 "Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, ▪ bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los maltratan"
Este mandato nos recuerda que al amar a nuestros enemigos, no solo estamos siguiendo el ejemplo de Cristo, sino que también estamos dando testimonio del poder transformador de su amor en nuestras vidas.
No hay otro comportamiento que nos permita romper las barreras del odio para darle paso a la reconciliación.
El amor de Cristo nos capacita para ser agentes de cambio y restauración en un mundo oscuro y perverso, necesitado de esperanza y compasión.
Ora conmigo:
Señor, estoy dispuesta a seguir el ejemplo de benevolencia que nos enseña tu Palabra. Concédeme la gracia para amar a quienes me aborrecen y orar por aquellos que me calumnian. Deseo que mi vida sea un reflejo de tu misericordia. En el nombre de Jesús. Amén.

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