Hoy me preguntaron:
¿Tú crees que a Dios le desagradan las injusticias?
"Por supuesto que sí, fue mi respuesta. No tengo la menor duda porque a medida que leo el Libro Sagrado, compruebo que él va en contra del abuso, el atropello, el favoritismo y la arbitrariedad. Esa es su naturaleza, abogar por los oprimidos, los huérfanos, las viudas y su interés es que se trate a todos con equidad y dignidad"
Y no es porque lo diga yo, escrito está.
Leamos en el nombre de Jesús:
Salmos 82:3 "Defiendan la causa del débil y del huérfano; háganles justicia al pobre y al oprimido"
Ora conmigo:
Señor, deseo caminar humildemente a tu lado. En el nombre de tu Hijo. Amén

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