El Dios que abrió los ojos de los ciegos, hizo oír a los sordos, hablar a los mudos y levantó a los paralíticos, ¡NO CAMBIA...! Es el mismo y para él, nada es imposible.
Escrito está:
Malaquías 3:6(a) "Yo soy el Señor y no cambio"
Ora conmigo:
Amado Señor, te alabo porque eres el mismo ayer, hoy y siempre. Tu naturaleza no cambia y tu amor por nosotros es eterno. Te doy gracias, porque en momentos de incertidumbre, encuentro refugio en ti. Dame fortaleza para aceptar que aunque todo a mi alrededor cambie, tú sigues siendo mi roca, mi salvación, mi refugio seguro y un amigo fiel. Te encomiendo mi vida. En el nombre de tu Hijo. Amén.

No hay comentarios:
Publicar un comentario