Como seres humanos estamos llenos de imperfecciones, es por eso, que en ocasiones dudamos, nos sentimos inseguros o pensamos que las promesas de Dios no se cumplirán en nuestra vida.
Pues resulta que su Palabra es firme e inquebrantable y este versículo nos confirma que en él todo es un sí y un amén.
Leamos:
2 Corintios 1:20 "Porque todas las promesas de Dios en él son «Sí». Por eso, por medio de él también nosotros decimos «Amén», para la gloria de Dios"
Él sigue y seguirá manifestando su fidelidad, si lo dijo, lo hará.
Tú confía, sigue adelante, porque en Cristo todo tiene garantía de cumplimiento.
Ora conmigo:
Amado Padre, sé que tu tiempo es perfecto para todo y no tengo porque titubear, hoy te reafirmo que mi confianza está puesta en ti en nadie más. Te lo hago saber en el nombre de tu Hijo. Amén.

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