Leamos:
Mateo 4:19 "Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres"
La manera más efectiva de compartir el evangelio es convenciendo al pecador de su necesidad de Cristo.
¡Pero cómo lograrlo...?
Sin duda alguna, dando a conocer las buenas nuevas y recordando que la desobediencia y el pecado de Adán y Eva, fueron garrafales porque todos, absolutamente todos, quedamos destituidos de la Gloria de Dios.
Romanos 3:23 "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios"
Esa transgresión nos dejó a la deriva porque a consecuencia de tan fatal desacato comenzamos a vivir sin dirección alguna, de pecado en pecado, trayendo como consecuencia la condenación eterna.
Romanos 6:23 "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro"
Pero el Rey de Reyes, conociendo nuestra condición impura, inmoral, corrompida quiso salvarnos y siendo nosotros incapaces de lograrlo por nuestra propia cuenta, sacrificó a su Hijo, quien murió en la cruz, resucitando al tercer día, tal y como lo reseña el Libro Sagrado.
Juan 3:16 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna"
Era necesario el sacrificio de un cordero perfecto que pudiera llevar a cuestas todos los pecados de la humanidad.
Sin embargo, no por su sacrificio hemos quedado limpios de culpa.
La inmolacion de Jesús abrió las puertas a todo el que quiera recibir el regalo de la salvación eterna, tal vez te preguntes: ¿qué debo hacer para obtener ese premio...?
Te diré como:
Mostrando un genuino arrepentimiento, aceptando por fe a Cristo como Señor y Salvador, sometiéndote a su autoridad y viviendo para él mientras tengas vida.
Juan 3:17 "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él"
Todo el que acepte a Jesús deberá mostrar un cambio de vida, dejando el pecado atrás.
De darse estas condiciones, el Espíritu Santo, hace morada en cada nuevo creyente para ayudarlo en el proceso de cambio, dando así, inicio al camino de la salvación.
No será fácil porque la tentación y el pecado, estarán rondando las 24 horas del día, quien quiera llegar a la meta, deberá mantenerse firme y bajo la dirección del Espíritu.
Esas son las buenas nuevas, que si nos arrepentimos y seguimos a Cristo, seremos salvos, porque todos nuestros pecados serán borrados.
Bendigo tu vida.

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