¿Sabías que vivir en un mundo saturado de verdades a medias, en el que las apariencias prevalecen nos esclaviza?
Dime tú ¿Cuántas veces hemos escondido algo en nuestro corazón, por temor al rechazo o a las consecuencias que esto pueda acarrear?
A la gran mayoría nos pasa, sin embargo, hay un pasaje biblico que nos llama a a dejar atrás la falsedad y a abrazar la verdad que Jesús nos ofrece.
Leamos:
Efesios 4:22-25 "Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ▪︎ ser renovados en la actitud de su mente; ▪︎ y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. ▪︎ Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo"
No es saludable vivir fingiendo, con esa actitud le damos la batuta al enemigo para que robe nuestra paz. La verdad por mucho que duela, es un bálsamo sanador que nos permite respirar con libertad.
Ser honestos con nosotros mismos, con los demás y con Dios no solo transforma nuestras relaciones, sino que nos hace más semejantes a Cristo.
Jesús no nos llama a la perfección humana, sino a la honestidad que conduce a la transformación y es que cuando nos revestimos de la nueva naturaleza, el ser honestos y sinceros se convierte en nuestra mayor herramienta de restauración.
No sientas miedo, hoy es el día para soltar las máscaras, para permitir que el Espíritu Santo renueve nuestras actitudes y para caminar en la luz que solo Cristo puede dar.
Ora conmigo:
Señor, elijo abrazar la verdad y caminar con el corazón ligero. En el nombre de tu Hijo. Amén.
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