La vida es un regalo de Dios, y cada día nos brinda una nueva oportunidad para crecer y ser agradecido.
Cada año me ha enseñado lecciones diferentes, también cada uno de ellos me ha enfrentado a desafíos que han servido para madurar y corregir.
Lo que me queda por vivir lo enfrentaré, recordando lo que dice el Libro Sagrado
2 Timoteo 1:7 "Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio"
Se que este es un excelente momento para considerar lo que el Padre tiene preparado para mi en el futuro, porque él sabe que mi único deseo es crecer espiritualmente, fortalecer mi fe y conocerlo cada día más a través de su Hijo.
Si has llegado a los últimos años de tu vida, no te sumerjas en la depresión. Alégrate por lo vivido y por lo que todavía puedes dar. Las cosas dependen del modo en que las percibimos.
Mi madre decía: "La vejez es como una cuenta bancaria, cada uno retira lo que ha depositado" y mentira no es.

No hay comentarios:
Publicar un comentario