Dios está en cada cosa que haces, incluso en las más simples. Él se alegra cuando das lo mejor de ti, no porque busques impresionar, sino porque lo haces por amor.
Te daré una recomendación para que la pongas en práctica:
● Antes de comenzar tu día laboral, ora brevemente y entrégale tu jornada a Dios.
● Cambia la queja por gratitud. Acostúmbrate a decir:
“Gracias a ti Señor, tengo la oportunidad de trabajar ”
● Realiza tus tareas con excelencia, incluso si nadie te supervisa. Recuerda para quien lo haces.
● Ayuda a tus compañeros sin esperar nada a cambio.
● Al final del día, agradece a quien todo lo puede por haberte permitido ser útil y haber sembrado algo bueno.
Proverbios 19:20 "Atiende al consejo, y acepta la corrección; así acabarás siendo sabio"

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