Hay personas que dicen:
“Estoy orando, pero no veo nada” y quizás el Señor te esté diciendo: “a través de mi Palabra, te recuerdo que no estás solo”
Haz una pausa hoy. Abre la Biblia. Lee aunque sea un versículo. Déjalo que respire dentro de ti, porque donde se escucha su voz, vuelve la esperanza, donde entra su luz, se va la oscuridad y donde está su verdad, siempre hay un nuevo comienzo.
Salmos 119:114 "Mi refugio y mi escudo eres tú; en tu Palabra he puesto mi esperanza"
Ora conmigo:
Señor, abre mis ojos para ver lo que tú quieres mostrarme. También mis oídos para discernir tu voz en medio de tantas distracciones. Necesito aprender a escucharte más y a preocuparme menos. Que cada promesa tuya sea el faro que ilumine mis pasos y abrigo en mis noches de incertidumbre. En el nombre de tu Hijo. Amén.

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