MATEO 28:19-20

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ▪enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén"

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Un discípulo es quien recibe orientaciones de una persona que posee un conocimiento más avanzado de lo que se desea aprender y es en este  periodo de aprendizaje, donde el principiante adquiere la experiencia necesaria para luego ponerla en práctica.

Cuando se decide responder el llamado de Dios, se enciende un fuego que nos incentiva a conocerlo cada día más y es el Espíritu Santo  quien da la debida motivación a través del discernimiento, para el entendimiento de la palabra.

Todo aprendiz se enfrentará a pruebas diversas, será atacado por el enemigo quien buscará desanimarlo a toda costa, recibirá infinidad de críticas porque su nuevo comportamiento y creencias lo separarán de los estándares del mundo actual. No será fácil, sin embargo, al orar constantemente se vence cualquier obstáculo.

1 Pedro 3:14-15 "Más también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,▪sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros"

Mostremos humildad y seamos capaces de acercarnos a los demás predicando con amor las buenas nuevas.

Filipenses 2:3-5 "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.▪Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús"

Hablemos sobre las obras del Señor con emoción, difundiendo y recordando a conocidos y extraños la magnificencia y los milagros de Dios Padre, sumando más y más fieles a nuestra Iglesia.

Un discipulado a gran escala, se logra cuando damos a conocer la palabra de Dios, cuando entonamos cantos, cuando ayudamos al necesitado, cuando nos compadecemos del prójimo y compartimos con alegría los dones y el amor como lo desea Jesús.

¡Aleluya...! ¡Aleluya...!