1 CORINTIOS 15:33

"No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres"

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Las personas con las que nos relacionamos influyen sobre nosotros. Por eso debemos percatarnos y no ser tan confiados al momento de elegir amistades.

Hay amigos y me consta que es así, que nos influyen con el ejemplo y hasta con sus consejos, pero también hay otros que destacan por ser expertos en manipular y en demostrar lo que en realidad no es.

  

La amistad no se construye de forma fácil, además para que esta sea sólida demora mucho tiempo, alguien que de la noche a la mañana pretenda ser tu amigo íntimo debe ser visto con mucha cautela, pues la confianza y el respeto se ganan poco a poco, no de la noche a la mañana. En este grupo están aquellos que aparecen cuando estamos viviendo un buen momento pero cuando hay un problema y el panorama no luce alentador, este "falso amigo" simplemente desaparece. Tengamos presente que una amistad sana nos impulsa a crecer, nos motiva, no tiene dobles intenciones, ni es interesada.

Como personas adultas y maduras debemos saber en quien depositamos nuestra confianza, es nuestra responsabilidad, de nadie más.

Juan 15:14 "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando"

Jesucristo nos llama amigos y a través de la fe podemos contar con Él en todo momento.

Aceptar la influencia de su ejemplo y de sus palabras, es la mejor elección que podemos hacer.

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Mi buen Pastor, bendice a mis amigos, muéstrales el camino para que se acerquen a ti con humildad, respeto y te acepten como el Salvador de sus vidas. Oro a Jesús para que así sea. Amén.