"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar"
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No cedas terreno a los temores ni te dejes intimidar, más bien mantente firme y no le sueltes la mano a Dios.
Si vives una vida llena del Espíritu te mantendrás alerta a los ataques del enemigo y podrás discernir claramente lo que viene del Padre y lo que no.
Dedica tiempo al estudio de la Biblia, mantén comunión perenne con quien todo lo puede y el enemigo jamás te podrá devorar.
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