Hoy recordé que cada mañana al llegar al colegio, Geyna, una de mis alumnas me recibía con una hermosa sonrisa.
Ella se había ganado el respeto de sus compañeros por su obediencia y excelentes calificaciones. Por eso, jamás imaginé que tenía serios problemas en su hogar.
Proverbios 4:11 "En el camino de la sabiduría te he instruido y por sendas de rectitud te he hecho andar"
Cierta mañana, luego de terminar una de mis tantas clases, Geyna pidió hablar conmigo a solas.
Mientras el resto de los pequeños jugaba, ella me contó parte de su historia familiar.
Las lágrimas se hicieron presentes y a medida que hablaba su hermosa sonrisa desapareció.
Se me hacía difícil pensar que aquella hermosa criatura tuviera problemas tan serios en su hogar.
Al expresarle mi asombro, respondió:
"Profesora, quiero ser una persona alegre, y eso intento transmitir; pero a veces las preocupaciones me agobian y son más fuertes que yo. Necesitaba desahogarme con usted. Gracias por escucharme"
Le di un abrazo y muy tiernamente le dije:
"Tranquila hijita, entrégale a Dios tus conflictos y no te desesperes que todo fluirá favorablemente.
Isaias 41:10 "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia"
Lastimosamente vivimos en un mundo contaminado que no transmite regocijo, mucho menos paz.
A diario vemos como los medios de comunicación, las redes sociales y la sociedad en general expresan odio, envidia, amargura, enojo y lo peor del caso es que parece contagioso porque la mayoría de la gente anda mal encarada y predispuesta a decirle cuatro cosas a cualquiera.
En los supermercados, en los autobuses y hasta en los centros comerciales vemos cientos de rostros con el ceño fruncido, personas molestas, afligidas que deambulan por el mundo como esperando algo mejor.
¡Pobre gente...! ¡Si conocieran cuan cerca está el remedio para su dolor...!
Salmos 34:17-18 "Oren al SEÑOR y él los escuchará. Él los salvará de todos los peligros.▪El SEÑOR siempre está dispuesto a ayudar a los que sufren y salva a los que han perdido toda esperanza"
Nadie está libre de eventos desagradables, pero no por eso vamos a perder la alegría de vivir y mostrar nuestra mejor sonrisa.
Geyna tenía motivos suficientes para sentirse triste y amargada, sin embargo transmitía un mensaje diferente no por despreocupada, sino porque tenía a Jesús en su corazón.
Proverbios 17:22 "El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido seca los huesos"
Si tienes un problema que te quita el gozo, recurre a Cristo, es el mejor consejo que te puedo dar.

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