La preocupación no cambia nada, pero la confianza en Dios renueva las fuerzas y trae sosiego al alma.
Pon en sus manos cada carga y permite que él transforme tu presente con su amor.
Que tu corazón consiga descansar en la paz del Señor
Salmos 3:5 "Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba"

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